martes, 24 de abril de 2012

1.- ¡Vengadores Reuníos!



Un servidor y 40 maromos más asistíamos a clase de Lengua en el Instituto Nacional de Bachillerato “Calderón de la Barca”. Pongamos que hablo de Madrid, una fría mañana del año 1973. “La Pato”, la maciza profesora de la materia en cuestión, escribía en la pizarra oraciones con pronombres, verbos y adjetivos varios. A mí el único adjetivo que se me venía a la cabeza era “aburrido”. Justo delante de mí “El Batu”, compañero a la par que delincuente en ciernes, parecía absorto en la lectura. Alucinado en grado sumo, pues hasta aquel momento hubiera jurado que el Batu no sabía leer, le pregunté si estudiaba para el examen. Se rió por lo bajinis y de entre las páginas del libro de texto sacó un extraño tebeo, que según supe después había mangado en el kiosko camino de clase.

Quédatelo – me dijo mientras me lo pasaba por debajo del pupitre – Yo ya lo he leído.

Entre mis manos tenía un curioso librillo mal editado, con las cubiertas de cartón barato y las páginas interiores de un papel amarillento de ínfima calidad. “Novela Gráfica para Adultos” ponía en la portada. Yo, que hasta aquel entonces solo leía el “Mortadelo” y al Capitán Trueno, y que asociaba la palabra “adultos” únicamente a pornografía, me asusté un poco. La verdad, una portada llena de señores musculosos embutidos en mallas de lycra daba qué pensar.
Pero fue abrir la novela gráfica para adultos y un universo nuevo se abrió ante mis adolescentes e impresionables ojos. ¡Los personajes no solo vestían mallas ajustadas sino que algunos estaban medio desnudos!... Y lo mejor: además de estar irremisiblemente tarados por absurdos problemas existenciales, todos se “hostiaban” sin parar durante ciento y pico páginas utilizando unos extraños superpoderes surgidos de todo tipo de bidones radioactivos caducados, rayos cósmicos, rayos gamma, microondas escacharrados o lo que fuera. ¡Cómo molaba! ¡Aquello no era un tebeo, aquello era una bomba de tiempo!
Nunca se lo agradecí suficientemente al “Batu”. Me acababa de salvar la hora de “Lengua” y por si fuera poco, me había presentado un nuevo vicio que a partir de aquel instante pasaría a formar parte de mi vida: Los cómics MARVEL de Ediciones Vértice.


Estos comics eran muy extraños. No estaban editados en el formato original del típico “comic-book” USA, sino que estaban adaptados a un tamaño menor, más o menos como una novela de bolsillo, con 128 páginas, muchas más que el original americano pero con el mismo contenido. Para estirar el número de páginas, los chicos de Vértice recurrían a unos trucos sucios y a unas chapuzas del todo ignominiosas. Colocaban la viñeta original en el centro de la nueva página y rellenaban el espacio que faltaba con bocadillos y textos más grandes, o ponían líneas tipo explosión alrededor, o rellenaban de negro directamente… También se diferenciaban en que eran en blanco y negro. Pero lo más peculiar de esta, valga la “rebuznancia”, peculiar adaptación, era que les daban una caja de rotuladores “Carioca” negros a una panda de discapacitados de centros de terapia ocupacional para que completaran en la versión española las figuras de los personajes que quedaban cortadas en los recuadros de las viñetas yanquis. El resultado era de fliparlo en colorines. Así, una pierna perfectamente dibujada por John Buscema o Jack Kirby, tenía el pie completado, pongamos por caso, por Anastasio Calasparra. Este fenómeno era conocido en nuestro círculo como el efecto “Amorfo Flemitis” y siempre nos daba la risa floja.
Fueran una puta mierda o no, el caso es que a partir de aquel día quedé completamente fascinado, arrebatado del todo por aquellos tebeíllos… Como el yonki en busca de su dosis, todos los días bajaba corriendo al “Puestecito”, como lo llamábamos en mi casa, que no era otra cosa que un local pequeñísimo y cutre en el que vendían sobres de cromos, álbumes de cromos, pipas, regalices, caramelos y, cómo no, los tebeos que colgaban de una cuerda no muy tensa, sujetos por pinzas de tender la ropa. Un auténtico paraíso. Allí compraba por 5 duros (25 pesetas – 5 céntimos de €) los ejemplares nuevos. Y cuando no había tanta pasta en el bolsillo, cambiaba los que ya había leído por otros que, dado su sobado aspecto, había leído todo Madrid menos yo.
Así pude conocer a gente tan interesante como Conan el bárbaro, Spíderman, Dan Defensor (que así interpretaba el lúcido traductor de Vértice las 2 “dés” del superhéroe ciego Dare Devil)  La patrulla X, Los 4 Fantásticos, El Sargento Furia, 2 pistolas Kids, etc.
Pero de entre toda esa pléyade de héroes había unos que me engancharon del todo. Según cita la leyenda: “Y entonces llegó un día, un día muy diferente a cualquier otro, en el que los héroes más poderosos de la tierra se unieron contra una amenaza común, para luchar contra un enemigo al que ningún héroe podía vencer en solitario. Ese día, nacieron Los Vengadores”.

Los "Vengatas" nunca se han caracterizado por su carácter afable. 
Aquí les vemos a las puertas de un centro comercial el primer día de rebajas

Todos los conocéis ya sobradamente. Sus miembros fundadores son: Thor, el dios del Trueno, alias “ricitos de oro”; Iron Man, el hombre de hierro, alias “cabeza lata”; “CapAmérica; El increíble Hulk, más conocido en mis tiempos como “La Masa”; El hombre hormiga y la guapa Janet Van Dyne, o sea La Avispa, que fue quien le puso nombre al equipo. Luego llegaron el siempre quisquilloso Ojo de Halcón, Mercurio, La Bruja Escarlata, Goliat, La Pantera Negra, Hércules, La Visión, etc…

Para este que suscribe, los domingos por la mañana eran la gran fiesta. Me iba al Rastro con mi asignación semanal y la fundía en comprarme los números atrasados que me faltaban para completar la colección.

Inspirados por las aventuras de Los Vengadores, los más frikis de la clase nos dedicamos a dibujar historietas con nuestros propios superhéroes. Así, Eduardo Mellado, alias “El Sapito” pasó a transformarse en “Atom” una curiosa mezcla entre Spíderman y el Hombre de Hierro, con sorprendentes poderes de fisión molecular. La identidad secreta del “Charly” pasó a ser “Super Furia”, y a un servidor le crecieron alitas tipo el casco de Thor en un cabezón de calavera, lo que me convirtió en el poderoso “Pirafebo”. Todos juntos unimos nuestras fuerzas a las de Martínez del Teso (“El misterioso Muerto”) y así nacieron “Los Vencedores”. Posteriormente, y bebiendo de las mismas fuentes, surgiría el éxito de los “Los Invencibles”, pero de ellos nos encargaremos muy pronto con mayor detenimiento.



Han pasado 30 y tantos años desde aquellos felices días de tinta y papel, y por fin, gracias a la ciencia, que adelanta cada día una barbaridad, el viernes día 27 de abril se estrena en España la peli de "Los Vengadores", podré equiparme con mi barreño de palomitas e ir al cine a ver a mis héroes de la infancia en movimiento.


Pero no siempre fue esto posible. La historia del séptimo arte no ha podido mantener un verdadero romance con la del noveno hasta hace muy poco tiempo. 

La primera adaptación a la pantalla grande de un héroe Marvel es la del Capitán América y fue en 1944, en plena guerra mundial. Se trataba de un serial barato que contaba con un presupuesto cercano a los 20 dólares, de 15 episodios protagonizados por un tal Dick Purcell, que interpretaba a un Capi con pinta de mamarracho trasnochado. Los briosos guionistas, en un alarde de originalidad (o para ahorrar) le quitan al capi su escudo y se lo cambian por una pistola. Era una serie muy bizarra, en la que el malo maloso, llamado “El Escarabajo” tenía un arma definitiva: ¡El vibrador dinámico! Cuentan las malas lenguas que Purcell organizaba orgías desenfrenadas en su mansión de Los Ángeles. Falleció pocas semanas después del rodaje del serial, el 10 de abril de 1944, seguramente de un infarto provocado por el uso desmedido del arma que había arrebatado a su archienemigo.
Aquí os dejo unos magros fotográmas que no tienen desperdicio.


Después de aquello, lógicamente, pasó mucho tiempo antes de que alguien se atreviera a adaptar algún cómic de la factoría de las ideas a la pantalla, concretamente hasta 1978, cuando una masa de músculos y anabolizantes, de 138 k. de peso y 1,98 m. de altura llamada Lou Ferrigno dio vida al Increíble Hulk en una serie televisiva. 
Y como guiño a la cinta de “Los Vengatas”, he aquí una escena del inolvidable episodio en que el coloso esmeralda y el dios asgardiano, por llamarlos de algún modo, se enfrentan entre ellos... ¡Cosa fina!


Momento álgido de la pelea más casposa de la historia de la TV, cuando 
Hulk  amenaza a Thor con subirse a un banco y hacer una mancuerna. ¡¡Gruuuuuuño!!

 
Bill Bixby como Bruce Banner, Lou Ferrigno como "Hulk"
 y un individuo disfrazado de Super Oveja

Ese mismo año, que Dios confunda, se me ocurrió entrar en el cine a ver una versión de “Spíderman” protagonizada por un cabezón tirillas llamado Nicholas Hammond. ¡Aun tiemblo solo al recordarlo! Unas peleas de vergüenza ajena, coreografiadas por “moñoños” de cotolengo, solo a la altura de las peleas de míticas cintas de Ralph Martin rodadas en 8 milímetros para la “Pirat Films muy Limited”, tales como “Mini Kung-Fú – La Mansión del Diadlo”  y otras.
Aquel visionado nos dejó marcados a mí y a mis hermanos, que me acompañaban en aquella tortura. ¡Ríase usted de los traumas de los supervivientes de los campos de concentración nazis! Para mayor INRI, justo en la fila de delante, una familia numerosa daba cuenta de unos apestosos bocatas de gallinejas, haciendo un ruido infernal mientras les quitaban el papel de periódico. Aun tengo pesadillas al rememorar el ruido que producían mientras masticaban todos al unísono el bolo alimentico en su cavidad bucal, superando por muchos decibelios los efectos sonoros del todavía incipiente Dolby Surround de la peli. Aquello era dantesco…  ¡Parecían los Gremlins viendo “Blancanieves”!
Ñam, groumfg! ¡Máma, pásame las pápas! ¡Ñamgh, ñam! ¡Endevé el payo risión con el pijama el Barça y la redesilla las naranjas por la chola!- gritaban a voz en cuello y se partían luego la caja (¡Ja, ja, ja, ja!) mientras ponían perdida de perdigones de miga de pan y entresijo a medio deglutir la nuca de los de la fila de enfrente.
Todo esto, unido al engendro que se proyectaba, hizo que todos los espectadores (salvo la familia Trapisonda, que al menos había merendado) saliéramos del cine babeando como zombis, sin apenas poder articular palabra, urgidos de una terapia post traumática que nunca llegaría dados nuestros posibles.


Los tres chinos de los palos entrenaron posteriormente al mismísimo Jet Lee

Paralelamente al lanzamiento USA, los “japos” estrenaron un producto similar, mucho más digno y completamente bizarro. El Spiderman del Sol Naciente era una curiosa mezcla entre el universo del tío Stan, Godzilla y los Power Rangers. Al menos tenía gracia.

Cuando la máscara se le pone delante del careto y lo del gato negro es de ovación de gala.

Pero la pesadilla no acaba aquí. El año siguiente, en 1979, se ruedan dos episodios piloto para una serie televisiva. En este “Captain America”, de Rod Holcomb, el glorioso vengador de las barras y estrellas es transformado en un motorista hortera con escudo transparente de plexiglás. Alucina pepinillos con el leotardo/calzoncillo marcando paquete del gachó… ¡Coño, pero mira qué casco, joder, que parece la hormiga atómica, colega!  El hecho de que el supervillano de turno fuera el mismísimo Christopher Lee dando vida a un general de república bananera, no salvó de un estrepitoso fracaso absoluto a esta “superproducción”. Aunque los capítulos pilotos no pasaron el corte en los USA, los muy cabronazos de la productora se las arreglaron para colocar el bodrio a diversos países europeos, donde se proyectó en varios cines que fueron apedreados tras la proyección.

 

En 1990, un entusiasta llamado Salinger vuelve a las andadas con una adaptación al cine del Capi. Esta vez con un uniforme pasable, aunque de plástico gordo, que el actor tuvo que sudar más que un luchador de sumo en Écija. Lo peor, que el escudo se notaba que era también de plasticazo. Y la cara del supuesto Cráneo Rojo parecía una ¡Almendra Garrapiñada! Los decorados eran unas cortinas rojas tochas (para ahorrar) y cruces gamadas recortadas con cartulina. Lo digo en serio, me encantaría tenerla.


 

Ocho años más tarde (1998) ve la luz “Nick Fury: Agent of S.H.I.E.L.D”, con un David Hasselhoff muy en su papel supermacarra mascapuros. Al menos el logo de S.H.I.E.L.D. está bien hecho.



Pero afortunadamente todo ha cambiado… Arribó el nuevo siglo y con él la tecnología digital. MARVEL se hizo con su propia productora de cine y llegaron “Iron Man” (Jon Favreau, 2008); “The Incredible Hulk” (Louis Leterrier, 2008); “Iron Man 2” (Jon Favreau, 2010); “Thor” (Kenneth Branagh, 2011); “Captain America, the first avenger” (Joe Johnston, 2011)… Y por fin, el 27 de abril…¡¡ “Los Vengadores” (Joss Whedon, 2012)!!




Yo no creo en dioses, si acaso en el cimmerio Crom de Conan el Bárbaro, pero tal y como se oye en el trailer de la peli, en la profunda voz de Sam L. Jackson: ¡Yo aun creo en los héroes! Así pues, compañeros, nos vemos en los cines… Esto promete… ¡¡Vengadores, Reuníos!

Rafael Martínez Sainero. Pirata 2012 

Para ir abriendo boca, aquí os dejo unas viñetejas de mi cosecha, en un homenaje a los personajes de la peli, unos posters fotomontaje fan que me curré en su día y unos carteles preciosos de La Viuda Negra (ilustrado por Olly Moss) y de Hawkeye (ilustrado por Tom Whalen) ¡Ah, y el cartel de los Vengatas que ha sacado Lego, que mola mucho más que el de verdad de la peli!











Por si no está claro ya, todos los personajes, logos, frases, parecidos con la realidad y demás parafernalia, 
son propiedad de MARVEL, faltaría más. 
Gracias a Lego, a Migui Comics y, sobre todo, al Hombre Almendra Garrapiñada. ¡Excelsior!


9 comentarios:

  1. Acongojados nos deja este mensaje que ha llegado a la redacción:

    Hola, soy Scott Paulin, el actor que interpretó a “Cráneo Rojo” en la película del Capitán América de 1990. Me parece fatal que os hagáis unas risas a costa de mi cara, y más teniendo en cuenta que no necesité maquillaje para hacer mi papel, que ese es mi rostro de verdad desde que me caí en un bidón de almendras garrapiñadas radioactivas cuando era pequeño. ¡Encima del pastizal que ahorré al director! ¡Pagaréis por esta cruel burla! ¡Ni yo ni mis malignos aliados “Los Altramuces del mal” pararemos hasta destruiros… ¡Hail Garrapiña!

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  2. Nos escribe a la redacción don Oswaldo Troll Usmail Peláez, y nos dice:
    “¡Lla tubieron que kagarla con lo de “Republica bananera”! Los espanyoletos sienpre tan senófovos con los latinos ¡Arrrrggg! Concha tu madre ¡Muerte a Pisarro! ¡Kristofer Lí presidente!

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    1. Discúlpanos si te hemos ofendido, Oswaldo Troll, pero “República bananera”, del inglés “banana republic”, es un término empleado para definir a un país considerado políticamente inestable, empobrecido y atrasado, cuya economía depende de unos pocos productos de escaso valor agregado (simbolizados por las bananas), y gobernado por un dictador o una junta militar. Ya sabemos que en Sudamérica ya no existen países así… ¡Dios nos libre!, pero en la época en que se rodó la peli a la que se hace referencia, si. Entiendo que estés tan nervioso, lo mismo eres de una de esas regiones donde llueve café en el campo. Por otro lado, desde la redacción queremos expresar nuestros “respetos al máximo en ese sentido” a toda la civilización pre-colombina, que Nazca, Inca, Chavin y Moche guarden en conserva. Y como ciudadanos del mundo, queremos agradecer a tan gran pueblo, tantas y tantas aportaciones a la civilización, tales como el reggaetón, los sacrificios humanos, la antropofagia, la cerbatana y el taparrabos. ¡Hail Garrapiña!

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    2. Muy sensible de su parte. Agradezcan también los 185.000 kilos de oro y los 16.000.000 kilos de plata que les proveyeron, así como ellos agradecen los millones de habitantes masacrados en la extracción de los mismos. Quizá podrían estar agradeciendo las técnicas de construcción que utilizaron los Incas en Machu Picchu o las terrazas de sembradío en la cordillera de los Andes, o las acequias e islas artificiales de los Aztecas, que desafían aún hoy el ingenio de los mejores técnicos e ingenieros; quizá podrían agradecer los conocimientos astronómicos de los mayas, o investigar sobre su uso del cero (anterior al europeo); quizá la medicina hubiera avanzado más si hubieran tomado de los incas sus conocimientos en cirugía, farmacopea y nutrición.

      Una lástima que arquitectos, ingenieros, médicos, astrónomos y escultores hallan sido echados a las minas como esclavos comunes y muerto picando piedras sin transmitir esos conocimientos.

      Muy bueno el post. Hail Garrapiñada!

      PD: no sé por qué agradece los sacrificios humanos: conociendo la obra de la inquisición parecen no necesitar mucha inspiración foránea.

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    3. Muchas gracias por el comentario. No te sientas aludido hombre, los dos comentarios que escribí antes de tu respuesta son tan solo la opinión de un ficticio latinoamericano ofendido (¿de qué me sonará esto?) y la de un redactor xenófobo imaginario, y está todo escrito en tono de cachondeo, y para rellenar. Si yo reaccionara tan vehementemente a todos los comentarios xenófobos sobre españoles, me faltarían vidas para contestarlos, y además que me dan igual. Yo no soy patriota de nada.
      Todo lo que dices sobre las civilizaciones pre-colombinas es cierto, y aun más. Cualquier persona que sepa un poco de historia lo reconoce. Pero sigue habiendo un poso de resentimiento muy grande y que dura demasiado a lo largo de la historia. Yo ya olvidé la invasión romana, la almohade, e incluso la gabacha, y ya es decir mucho... Es como si los españoles actuales tuviéramos que pagar por lo que se hizo hace más de 400 años... Te puedo asegurar que yo no tuve nada que ver con aquello. Yo también odio a esa panda de curas y garrulos extremeños, y de las provincias vascongadas aberriegunantes que fueron a joderos la vida... ¡Estoy con vosotros!... Puestos así, deberíamos hacer asumir a todos los alemanes actuales la deuda que la Gestapo y las SS contrajeron con la humanidad allá por los 40 del siglo pasado. No es una cuestión de países o civilizaciones, es cuestión de buenas o malas personas, independientemente de su nacionalidad. Siento muchísimo que te hayas dado por aludido. Acepto el rapapolvo y te pido disculpas por la ofensa. Solo pretendía hacer unas risas, no provocar tu ira... Mea Culpa... Me reconozco descendiente de aquellos que expoliaron minas, esclavizaron a vuestro pueblo, robaron vuestro oro para entregárselo a los hijos de la Gran Bretaña, os obligaron a abrazar una religión que no es la vuestra y hablar un idioma extraño y os contagiaron un sinfín de enfermedades, tanto virales como venéreas. Y, en su nombre, y ya es arrogancia arrogarme la representación, te pido humildes disculpas... Pero repito, ¡Yo no estaba allí! Y que conste que a mi la cerbatana me parece cojonuda, silenciosa, eficaz y ecológica. Al igual que la guitarrita esa que está hecha con un bicho muerto. ¡No caigamos en generalismos demagógicos y asumamos juntos de la mano la maravillosa Alianza de Civilizaciones, cuyo concepto nos dejó cual maná divino el grande por siempre, (¡Inca, Chavin, Moche y la Virgen de Nuestra Señora de la Perpétua Agonía guarden en conserva!) José Luis López Zapatero

      Un cordial saludo, y gracias por comentar.
      PD: Por favor, no te me enfades ahora por lo del armadillo sonoro... Sé que estáis orgullos de vuestra herencia (la de los mayas, no la latina) y por la extraterrestre, que os ayudó a hacer esas bonitas pirámides escalonadas sin ascensor. (Es broma, es broma,... no me pegues... yo no creo en los alieeeens!)

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    4. Muchas gracias por la respuesta. Disculpe si se percibió algún exceso de vehemencia en mi comentario anterior: no fue la intención.

      No creo que haya habido ofensa, sólo me parece un poquillo injusto el uso de "subdesarrollado", "atrasado" y sus variantes, en forma peyorativa, cuando el poco desarrollo de muchos de esos pueblos no es endilgable a ellos (al menos no en su totalidad). Da igual si es por parte de españoles o yanquis hacia latinoamérica, por parte del resto de europa hacia España (cuando la revolución industrial de la que tanto se ufanan se llevó a cabo con el oro que le sacaban), o el trato que le dan en mi país a los paraguayos (cuando fuimos responsables de hacer mierda su país).

      No puedo hablar mucho del tema (mi familia vino de España, sin contar algunos franceses y dos bisabuelos que vinieron huyendo de la mafia italiana), pero aunque usted no lo crea los peores y más xenófobos comentarios en detrimento de los "sudacas" provienen... de sudacas.

      De nuevo, gracias por la respuesta. Un abrazo.
      Leonardo Gaitán

      PD: usted no será algo del Zapatero ese tan mentado no?
      PD 2: el instrumento del armadillo se llama charango. Con hondo pesar debemos comunicar que ahora los hacen de plástico. La modernidad ha desplazado a la tradición. Pueden inferirse presiones de Greenpeace (?). Lamentablemente se usa casi exclusivamente para hacer música folclórica: una vez lo utilizamos para hacer blues y el mix suena de puta hostia.
      PD 3: al armadillo aquí le dicen "Tatú Carreta". No pregunte por qué.
      PD 4: nadie cree que hayan sido ovnis, todos sabemos que los extraterrestres fueron exterminados por la alianza entre duendes y chupacabras.

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  3. Estoy tremendamente desolado por sus comentarios en lo que se refiere a ciertas joyas del séptimo arte, amigo Rafael. En su texto hace gala de una incultura absoluta y de una zafiedad indescriptible al descalificar gratuitamente hitos del cine como La Mansión del Diadlo, Spiderman de Nicholas Hammond (hermano de Albert, admirable cantante y fabricante de teclados) o la estelar aparición del hijo de Odín en la mejor adaptación para Tv hecha jamás de un superhéroe Marvel (léase El Increíble Hulk).
    Sepa usted que tras leer tales ignominias me ha invadido una gran decepción y un mayor desasosiego. Deleznable. Váyase, señor Martínez!

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    1. En su defensa, amigo, decirle que no es usted el único friki al que dejó catatónico Super Oveja en aquel episodio de Hulk. Ni más ni menos que Stan Lee se muestra encantado de la vida con esas dos caricaturas de sus personajes, posando junto a ellos, como comprobarás si echas un vistazo al post que publicamos hoy mismo en El Pirata Fanzine. Además estás de enhorabuena, próximamente publicaremos una entrevista en exclusiva con el director de efectos especiales de "La Mansión del Diadlo", en la que nos cuenta el arduo trabajo de meses planificando milimétricamente las escenas de lucha, la brillante idea que se le ocurrió a él solito de sustituir la sangre real por tomate frito "Orlando" y la impagable labor del departamento de vestuario, mostrándonos al villano de turno cubierto con una manta roja con topos negros, que es el zénit absoluto del cine serie Z.

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  4. Además, los bocatas que masticaban la familia Heredia en la sala de proyección a los que usted hace inexacta referencia no eran de gallinejas, como usted proclama, sino de sobrasada de matanza!
    Que triste...

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