viernes, 29 de junio de 2012

45.- Bailando con gotas (de agua)

He de confesarlo: me estomagan un poco los textos de auto-ayuda y superación personal. Psicología de mercadillo que parece sacada de manuales baratos escritos por pseudoanalfabetos que se copian unos a otros. Almibarados mensajes en cadena que suenan a “soma” para el espíritu, rozando la manipulación mental de una secta; evidentes, falsamente inocentes pero cargados de un sutil y contagioso efecto ponzoñoso y sedante.

Muchos de esos mensajes llegan a nuestro correo electrónico en forma de cursis presentaciones de “power point” (maquetadas a cual peor) o simplemente en forma de texto. No les suelo hacer mucho caso y casi todas acaban difundiendo su mensaje de paz y amor en la papelera de reciclaje, pero un día recibí uno que no me disgustó del todo. Aunque estaba evidentemente escrito por alguien de allende los mares, y tuve que aviarle los párrafos y los sustantivos, la esencia del relato me pareció interesante. No solo tenía un claro valor literario, sino que también hablaba de valores que no cotizan demasiado al alza en nuestros días: Honestidad, Lealtad y Amor.

¿Honestidad? ¿Lealtad? ¿Amor? ¿Me estaré volviendo un “babas”? ¿El reblandecimiento del cerebro es un síntoma de algo? ¿Qué le echarán a las tortillas precocinadas y envasadas de “Alipende”? Porque saber, no saben a nada, oiga… ¡Lo mismo es consecuencia de leer “power points” de superación personal y aceptación sin condiciones de nuestra resignada pobreza (de bolsillo) inversamente proporcional a nuestra infinita grandeza (de espíritu)!

Ya sé que este relato está en millones de blogs, de webs, y en los correos de multitud de personas, seguro que la mayoría ya lo ha leído y lo ha difundido, pero ésta versión es sensiblemente mejor, seguramente porque la he escrito yo. Y tengo abuela, pero piensa lo mismo.
© Rafael Martínez Sainero, Pirata, 2012


Era una mañana agitada en el hospital. El anciano llevaba un buen tiempo sentado en la sala de espera, aguardando a que le llamaran para quitarle los puntos de una herida en el pulgar. Miraba continuamente el reloj, inquieto. Se levantó y se dirigió a la antipática recepcionista.

- Disculpe que le importune de nuevo, señora…
- ¡Señorita!
- Perdón, señorita, es que llevo esperando más de una hora a que me atiendan y tengo una cita en otro lugar... ¿Cuándo cree usted que…
- ¡Ya le avisarán! Hay más enfermos, por si no se ha dado cuenta.

Una doctora que pasaba por allí escuchó la conversación. Tal y como estaban aquella mañana las urgencias, sabía que pasaría al menos otra hora antes de que alguien pudiera atenderle. Estaba en su tiempo de descanso, pero se apiadó del abuelo y le indicó que le acompañara a la sala de curas para examinar su herida.
Mientras le quitaba las suturas observó que el señor no le quitaba ojo al reloj de la pared.
- Parece usted un tanto apurado… ¿Tiene una cita con otro médico esta mañana?
- No, no. No es eso, es que debo llegar al geriátrico para desayunar con mi esposa, como todos los días. Hace tiempo que está ingresada ¿Sabe usted? Tiene alzheimer.
- ¡Vaya, lo siento! ¿Se enfadará si llega usted un poco tarde?
- No, no creo. Desde hace cinco años ella no me reconoce.

La doctora se sorprendió un poco, y entonces le preguntó:
- ¿Y sigue yendo cada mañana, a pesar de que ella no sabe quién es usted?
Él sonrió, y mirándola a los ojos le contestó:
- Ella no sabe quién soy, pero yo aún sé quién es ella.

A la doctora se le erizó la piel, y, un tanto avergonzada, tuvo que contener una furtiva lágrima. Terminó de atenderle en silencio.
- Se ha quedado usted muy callada – observó el anciano – tal vez haya dicho algo que le haya…
- No, no. No es eso. Es que no he podido evitar pensar que ese es el tipo de amor que quisiera en mi vida.
Antes de salir por la puerta, el hombre se giró y le dijo:
- No podemos escoger lo que queremos para nuestra vida… La vida no se trata de cómo sobrevivir a una tempestad, sino cómo bailar bajo la lluvia

44.- La Morada de los Dioses

Revistas de Cómics de la década de los 80 del Siglo XX, pioneras en la difusión de la Ciencia Ficción gráfica en España.
A la derecha, el cartel anunciador de la 1ª edición del Salón del Cómic y la Ilustración de Barcelona ¡En castellano!

A los aficionados al Cómic y a la Ilustración que soñábamos con publicar algún día nuestra modesta obra, pensar en Barcelona y en alguna de su editoriales era como pensar en el Olimpo, el hogar de los dioses que decidían lo que debe ver la luz y lo que no. Encontrar un hueco entre las páginas de sus publicaciones, llenas de monstruos sagrados como Moebius o Richard Corben, era prácticamente imposible, pero no por ello dejábamos de intentarlo.
Uno de los medios que había para dar a conocer tus trabajos eran los "Concursos de Cómics" para aficionados. Los solía convocar "Toutain Editor" desde la Ciudad Condal y yo me solía presentar a todos. Luego acostumbraba a consolarme de la decepción de la amarga derrota criticando con saña la historieta ganadora... "¿Pero habéis visto, troncos... Cómo han podido darle el 1er premio a este tipo? ¡Si no sabe ni dibujar una nave espacial medianamente creíble!
Esta idea de la frustración y la tenacidad la reflejé precisamente en el guión del cómic que os presento a continuación. Lo presenté a concurso y tras devolvérmelo el editor (¡Qué guarro!) lo dejé expuesto en las paredes del pasillo de mi casa, para recordarme a mi mismo que nunca hay que dejarse vencer por el desánimo e intentarlo una y otra vez. Tal vez no ganes jamás un certámen, pero tendrás carpetas y carpetas llenas de papeles. Eso sí, papeles llenos de historias, de arte y de recuerdos.

Rafael Martínez Sainero, Pirata 2012

lunes, 25 de junio de 2012

43.- Cosas de la edad



Rafael dice:


Debo confesar que nací a una edad muy temprana, Franco aun vivía y mi infancia fue feliz; no porque viviera Franco, aunque haya podido parecer que decía eso, sino porque me lo pasé bien. Durante todo este tiempo he visto cosas que vosotros no creeríais: Atacar naves en llamas más allá de Orión; he visto Rayos-C brillar en la oscuridad, cerca de la puerta de Tannhäuser, he visto a Massiel ganar el Festival de Eurovisión… Ahora que los de mi generación hemos rebasado el medio siglo y la mayoría estamos esperando a cumplir 67, o 68, o 69, o 70 años para poder cobrar una miserable e hipotética pensión, he constatado que la edad es una cuestión de sentimientos y emociones, no de años.

Decía un romano famoso que los hombres son como los vinos: la edad agria los malos y mejora los buenos, y lo mismo hasta tenía razón, el hombre. Yo no sé si estoy agriado o he mejorado con el transcurrir del tiempo; desde luego hoy en día sería incapaz de batir mi marca en los 400 metros vallas y las chicas ya no me echan piropos por la calle, eso por no hablar de la incipiente artrosis. Pero no me falta ilusión, y lo que es mejor, creo que le he perdido el miedo a un montón de cosas que antes me parecían importantes. Puedes juzgar tu edad con la cantidad de temor que sientes cuando te topas con una nueva idea, con un nuevo reto o cambio. Los que realmente aman la vida, son aquellos que están envejeciendo. Y como dijo Agatha Christie: "Cásate con un arqueólogo, cuanto más vieja te hagas, más encantadora te encontrará."

Envejezcamos pues. Volquemos en las fagocitantes fauces de la Red toda nuestra obra, toda nuestra vida y que les aproveche. Tarde o temprano, todos esos puñeteros datos ahítos de bits se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia.
© Rafael Martínez Sainero, Pirata 2012

Marisol dice:

Muy graciosa la portada, Pirata, y a la vista está lo que ofrece: buenos momentos en un lugar relajado sin reparar un ápice en detalles, y de fondo; un mar que consiente ¿Qué mejor lugar para ir y sentirse jovial? Sin duda alguna puede que tu imagen sea el paraíso, pero no hay que quedarse naufragando… en la quinta década de nuestra vida suele haber un deseo irrefrenable de volver a ser más joven, un impulso que ni en los sueños puedes controlar.

…Y para seguir soñando tenemos una cita imprescindible, un puente entre la vida placentera y la edad, un autentico festín; una pequeña cosecha musical de los años 60, con una enorme capacidad de seducción, canciones que nos han marcado y nos siguen regalando júbilo, alegría, vitalidad, deteniendo el tiempo porque rejuvenecemos con ella, comienza el tema It's Now Or Never !Zas! ¡Magia! los lunes parecen festivos y solo hay sitio para una sonrisa, la vida es placentera… y es que no hay que ser romántico para enamorase del azul del mar y sentir el candor de una melodía.

Sonidos de ida y vuelta por toda la geografía y que atraviesa la anatomía de los melómanos, entre los que me incluyo. Una cita imprescindible para viajar, para recordar, un lugar donde la música es la protagonista, y es que no se qué sustancia hechicera tendrá para que consiga transportarnos en el tiempo, sé que está solo en nuestra imaginación, así que antes de que se rompa ese hechizo… vamos a encontrarnos, en un pequeño paraíso construido y no de años, sino de este banquete auditivo musical de 50 canciones de los años 60, que enganchan desde la primera ¡Música maestro!… Msol



domingo, 24 de junio de 2012

42.- "Prevensión" de Riesgos y de sus primas

Como ya va siendo hora de insertar contenidos un tanto más serios e intelectuales en este ¡blooggf!, he decido publicar este comecómix, que forma parte de una serie de consejos preventivos de Salud Laboral que me encargaron desde la Junta de Comunidades y que no me aprobaron su difusión vaya "usté" a saber por qué.  ¡Gentuza!

© Rafael Matínez sainero, Pirata 2012


miércoles, 20 de junio de 2012

41.- V Festival de Jazz de Clares


Ya sé que vosotros sois más de “Paquito el Chocolatero” y de los “Greatest Hits Summer Golden Collection” de Georgie Dan… Exactamente igual que yo; pero de vez en cuando hay que disimular e interesarse por otros tipos de músicas más cultas, como por ejemplo el Jazz. “Jazzta” bien de ir con el “buga” “tol” santo día con el loro a “to” trapo ¡Chunda, chunda, chunda… Subidón, subidón, subidooooón!... ¡Pero coooño!

Ahora tenéis la ocasión de cultivaros un poquito y de paso, pasar una agradable noche de concierto en un paraje incomparable. Si tomáis la salida 135 de la autopista A-2 a la altura de Alcolea del Pinar, os incorporáis a la N-211 dirección Teruel / Molina de Aragón y “aluego” continuáis durante 21 km hasta llegar a Maranchón, y antes de abandonar la travesía cogéis la carretera GU-408 hacia Clares / Codes / Balbacil / Valle del Mesa, y luego a unos 700 metros os incorporáis a la carrerera GU-407 hacia Clares / Balbacil, y después sois capaces de tomar el desvío a Clares en el punto kilométrico 5,5,  y sin romper a llorar seguís 0,4 km (unos 6,5 km desde abandonar la travesía de Maranchón)… entonces habréis llegado a la bonita localidad de CLARES. Y si todo esto lo hacéis el día 14 de Julio, ya la repera: podréis disfrutar de la quinta edición del Clares Jazz Festival.

Clares es un pequeño pueblo de la provincia de Guadalajara, integrado desde 1969 en el municipio de Maranchón. Está situado al norte de la provincia de Guadalajara, a 108 km de la capital de, válgame la "rebuznancia", la provincia de Guadalajara, cerca de las provincias de Zaragoza y Soria.

Este año, el ClaresJAZZFest, que ya va cogiendo solera (¡Tiembla Montreaux, tiembla Donosti!) nos ofrece “Noches de Jazz” un concierto en exclusiva con un “Quartet” formado por David G. Franco a las teclas, Ramón Sánchez al “contra”, David Moreno a la “batera” y, como invitado estelar, el cubano Ariel Bringuez al saxo tenor. 

He aquí el “gonito” cartel anunciador que me he currado para la ocasión.


Según me comenta el gran “Ciri”, asiduo seguidor del evento, la cosa merece la pena. Tomarse una cervecita fría en la veraniega y estrellada noche de la comarca del Señorío de Molina y el Alto Tajo, mientras suenan los acordes en directo de un buen tema de Jazz, no tiene precio. Bueno si, el de la cervecita.

Esto son unas imágenes de una anterior edición, para que os hagáis una idea del ambientillo. También pongo una foto de los auténticos pioneros del Jazz en la zona: “Tía Anselma´s Big Band & Rustic Rythm trío ”.  

Y vaya de antemano mi calurosa felicitación por la iniciativa, ya que llevar el Jazz hasta esos parajes en la confluencia del Sistema Ibérico y el Sistema Central… ¡qué queréis que os diga!... realmente tiene su merito.

© Rafael Martínez Sainero, Pirata 2012




martes, 19 de junio de 2012

40.- Indiana Jones y el Castillo del Mal



Cuando mi hijo mayor no era mayor y tan solo contaba con 20 meses de edad, uno de sus juguetes preferidos era un disco de vinilo decorado con muchos “smileys”, esos simpáticos ácidos amarillos que fueron prácticamente el símbolo gráfico de la música disco y electrónica de los 90. Usaba dicho LP de escudo (defensivo y arrojadizo) o de tabla de “skateboard” sin ruedas, y solía acercarse a mí con él en la mano, señalando al acidillo dibujado que tenía la lengua fuera, y tras sacarse el chupete decía “¡¡blebblebbleb!!” como haciendo burla y luego se reía mucho.



Otro de sus juguetes predilectos era un muñeco de Bart Simpson muy gracioso. Bart era uno de sus ídolos y el video que viene a continuación, junto a la sintonía de “Oliver y Benji”, pudo vérselo unas doscientas mil veces (yo creo firmemente que fue en aquellos días cuando aprendió a hablar inglés )


También solía pasear subido a mis hombros tarareando el tema principal de la banda sonora de “Indiana Jones”, que le encantaba. Por las noches, a la hora del cuento, algunos personajes eran casi de obligada aparición: El ácido de la lengua fuera, Bart Simpon e Indiana Jones.
Sin duda alguna, algún moralista de vía estrecha podría decir que los cuentos para bebés no deberían tener cocodrilos hambrientos, arañas gigantes, sangre, fuego, chicas monas semidesnudas embutidas en sugerentes prendas de cuero, pistolas, disparos y magia negra… pero qué quieres que te diga, a me parecía que se lo pasaba bomba.

Lo que sigue es un cuento de formato gigante, que fue uno de sus regalos en su 2º cumple.

Rafael Martínez Sainero, Pirata 2012 


















lunes, 18 de junio de 2012

38.- Los Muñecos de la Abuela 3


Coleccionar cromos tenía una cosa odiosa: cuando comprabas varios sobres y te salían todos "repes"... Pues bien, ese problema no lo tendréis aquí... En exclusiva y calentita... ¡Una nueva hornada de Los Muñecos de la Abuela!. Con las imágenes de la 8 a la 14... Y si, lo reconozco, me he enamorado de Piruja.


8.- El Cangrejo Rojo y La Araña Viuda Blanca
9.- Charlot” 
10.- El Mono Azulote” 
11.- La Araña Peludilla Amarilla” 
12.- Ana Conda, la boa pitón” 
13.- Piruja, "la bruja" y la Araña "Patosa” 
14.- Anselmo Marmolejo, metrosexual unicejo ” 


El Cangrejo Rojo Kangre Burger y la Viuda Blanca, una arácnida con mucha mala leche



Una fantástica recreación del gran Charles Chaplin "Charlot"


El Mono Azulote descansando en el invernadero del su bungalow

Peludilla, la genuina araña amarilla



Ana Conda, la boa pitón culebrera


Piruja, la bruja sexy y su mascota "Patosa"


Anselmo Marmolejo, Metrosexual Unicejo



Y eso es to... y eso es to... y eso es todo amigos! De momento...

viernes, 15 de junio de 2012

37.- Algo huele a podrido en la línea 5

Una Femme Fatal de rompe y rasga, una maravillosa ilustración de Carlos Nine, una etiqueta de Jack Daniels y Ralph Drake, detective privado, para servir a Dios y a "usté"


El Excelentísimo Ministerio de Eufemismos y Corrección Política me manda una nota en la que me conmina a denominar "Novela Subsahariana" a las dos obras maestras del género literario que antes se conocía como "Novela Negra" tituladas "Adiós Muñeca" y "Detective pribado"... En otro orden de cosas, no entiendo porque los correctores robóticos de estos puñeteros editores de texto me marcan como falta ortográfica la palabra "pribado" cuando realmente quiero decir que Ralph Drake, el detective protagonista, está pribado, o sea borracho, que ha pribado a modo, y que, además, está privado de toda decencia, moral cristiana y un mínimo "saber estar".

Ralph Drake es, además de detective, impresentable. Sus aventuras están escritas muchos años antes del fenómeno "Torrente" de Santiago Segura, y por supuesto, del guión de "No habrá paz para los malvados". La evidente influencia del gran Dassel Hammett y gran su personaje Philip Marlowe, no le quitan a mi querido Drake ni un ápice de su propia personalidad. Y el tono erótico de los textos que narran sus increíbles aventuras, rayano en el porno duro más bizarro, lo alejan definitivamente de sus primigenias referencias... A Dios gracias.

Primera y Segunda edición de "Adiós Muñeca" y única de "Detective Pribado"

El éxito sin precedentes que consiguieron los cinco ejemplares editados de "Adiós Muñeca" y  los tres de "Detective Pribado", me hicieron pensar seriamente en continuar la saga. Las críticas positivas de mi mamá me animaron a empezar una tercera entrega, pero la falta de tiempo, dinero e ideas dejó en el dique seco el proyecto. Años después, gracias a la estupenda política de empleo del Ministerio de Trabajo y a la excelente gestión de datos del SEPECAM, que no sé bien si es un expendedor de guantes para excrementos caninos o el Servicio Público de Empleo de Castilla-La Mancha, tengo todo el tiempo del mundo para desempolvar mi Olivetti manual y ofreceros en primicia mundial, ya sin ambages y sin prólogo, ¡¡a pelo y gratis!!, el primer capítulo de la nueva novela de la Colección "Serie Oscura" de Ralph Drake: "Algo huele a podrido en la Línea 5"  Si es que no me merecéis, so "bandarras". Ah, y agradecer a Juan Manuel de Prada los párrafos prestados de su novela "La Vida Invisible".



Capítulo 1

Despachando, que es gerundio


            La luz del pálido sol de tres cuartos de tarde penetraba entre las rendijas de la cortina a lamas que languidecía ante la mugrienta ventana de mi despacho.
            En las gruesas franjas paralelas de luz sucia, casi sólida, nadaban millones de partículas de polvo en suspensión.
            Polvo en suspensión... – medité - …Coitus interruptus del dios sol con la madre tierra, más que harta de que la jodan a todas horas, deseosa de que llegue la noche... el sueño... Polvo a la oscuridad... Polvo bajo la alfombra... Polvo acumulado... Polvo sin echar... Olvido... Nada... Polvo en el viento...

            Al margen de melancólicas y fallidas metáforas baratas, la triste realidad era que ese polvo en el viento era el resultado inevitable de meses y meses sin pagar los “emonumentos” a Edgarda Dorothy Whasington Peláez, la chacha repúblicodominicana que desapareció por aquella puerta una tarde de otoño, mancillando a voz en cuello, no solo el buen nombre de mis familiares fallecidos, sino el del mismísimo don Cristóbal Colón, que Dios guarde en conserva, y condenándome a un futuro de terribles dolores producidos por no sé qué maldición vudú. Por cierto... ¡Pedazo “emonumento” de pibón de bandera! ¡Qué polvo en el viento o en cualquier lugar y momento que tenía la añorada afrocentroamericana!

            ¿Y a santo de qué se entretenía un servidor en esas absurdas y polvorientas cavilaciones mientras recreaba en mi memoria el enorme culo de Edgarda Dorothy? Pues a santo de que el “tontopolla” que tenía sentado ante mí, un posible cliente, era más pesado que una vaca en brazos. Me estaba contando el tío plasta no se qué hostias de su novia.
- Fue el día en que los aviones impactaron contra las torres gemelas del World Trade Center de Nueva York. Mi novia y yo estábamos presenciando el horror televisado, el horror repartido por todo el mundo como una eucaristía sacrílega.
            La verdad sea dicha, no me estaba enterando de una mierda. Por disimular, un servidor asentía como un perro de plástico de esos que cabecean en las traseras de los “bugas” de domingueros. Aquel tipo gordo pedante gafotas decía llamarse John M. Pradillo, tenía el pelo engominado hasta la raíces y me estaba dando una brasa de cojones.
- El hermetismo de la metáfora requiere su porción de exégesis. Me fulguró, se lo aseguro señor Drake, viendo aquello palpé cenestésicamente mis futuras dimensiones escatológicas.
- Que se cagó vivo, vamos – acerté a interpretar.
- No, no – me corrigió  - era más bien como si disfrutara de la evidencia de lo que se percibe sin volición. Fue en aquella ciudad pálida de miedo donde sentí por primera vez la pululación de la vida invisible...
- ¡Ajá! - encendí un pitillo mientras disimulaba que había entendido algo - Así que... sintió usted la pululación esa... ¿No es así? – dije, por decir algo.
- Eso es, de la vida invisible... Porque hay otra vida paralela ¿Sabe usted?, tan poco idílica como la que percibimos, pero donde residen las respuestas a los secretos y a las dudas... donde se aclara lo que es verdad y lo que no, donde se criba lo conveniente de lo correcto...
            Pradillo calló de súbito supino, perdió la mirada en uno de los densos haces de luz sucia y se lió a mordisquear como un “venao” lo que le quedaba de uña del dedo gordo de la mano.
            Sus entrecortados sollozos y una vena gorda y palpitante que le cruzaba el cuello de sur a norte me decían que debía poner fin a aquella absurda entrevista. Incluso intenté ayudar en lugar de echarle a patadas:
- Mire, hijo, no sé de dónde se ha escapado ni qué coño quiere exactamente, pero si le sirve de algo le diré que en este mismo edificio hay una consulta de afamados psiquiatras que tal vez le sean de mayor provecho que mis humildes servicios de detective privado.
- ¿Sabe, Señor Drake...? - continuó el majara sin haber hecho puto caso a mi consejo - Con la certeza que otorga la distancia... No la física, que nos separa apenas medio metro y una mesa profundamente carcomida, sino la existente entre nuestros coeficientes de intelecto, me atrevo a manifestarle que si la infancia es - como quería Rilke - la patria del hombre, los amores que alcanzamos a vislumbrar mientras habitamos esa patria adquieren el prestigio de las efemérides sagradas.
            Silencio tenso…
- No claro, si visto así...- dije - ¡Es de cajón!
            La cosa se ponía “chungalí”, así que apagué la colilla del Camel en el desbordado cenicero y deslicé mi mano hasta el cajón bajo la mesa. El tacto de la culata de hueso de mi “Smith & hueson” me tranquilizó, aunque no demasiado, pues el pedante esquizo, ahora anegado en sudor denso, seguía dale que te pego con la “pelorata”:
- ¡Y entonces la oí, sí, la oí, la oí nítida! La voz de Laurita había sonado acuciante, como urgida por una trepidación que intentaba sobreponerse a la consternada perplejidad.
- ¿Mande?
- Que digo que Laurita hablaba muy rápido, que estaba agobiada, que no se creía lo que estaba pasando...
- ¡Ah!
- Si, así era, las palabras de Laurita, como una jaculatoria de incredulidad, se fundían con las del locutor televisivo, incapaz de glosar con coherencia aquella epifanía del caos...
- ¿Pero qué hostias está diciendo, pollo?
- Que mi novia decía las mismas jilipolleces que Matías Prats junior. Y que hablaban los dos a la vez.
            Decidí cortar aquello de raíz:
- ¡Se acabó, que me tienes un poco disperso, ¡Oh Epifanio caótico!... Mira rico, si no sales de aquí cagando leches te vi a meter una jaculatoria de hostias que no te va a conocer ni tu mamá.
            En ese mismo instante entró en mi despacho una enfermera de las de antes, de blanco, con faldita y cofia, que presentó sus credenciales atropelladamente y se hizo cargo del majara.
- Disculpe las molestias, señor…
- Drake, Ralph Drake, detective privado.
- Encantada... Ya me lo llevo… Me he descuidado un instante y el infeliz se ha escapado de la sala de espera de la consulta del doctor Disorder, donde a la sazón trabajo. Le ruego acepte nuestras encarecidas disculpas. Si hay algo que yo pueda…
             Ya lo creo que había algo que ella podía, pero no se lo iba a decir a la cara.
- No, gracias, está todo bien, señoritaaa… - dejé arrastrar adrede tres “aes” para que me dijera su nombre.
- Brunette, Dolores Brunette. Pero puede usted llamarme Lolita. Soy terapeuta pélvica y masajista diplomada por el CCC.
- Mi más encarecidas felicitaciones por sus sugerentes aptitudes. Ha sido un placer, Lolita. Buenas tardes.
            La puerta se cerró tras ellos y las furibundas exclamaciones de Pradillo se fueron perdiendo pasillo adelante.
- ¡Aparta de mí, oh pécora diplomada en atención sanitaria básica, esos ojos que hubiese querido ungir de saliva para inmunizarlos del pasado!
            Con la imagen de las inacabables piernas de Lolita aun en mi retina, y la de sus habilidades en mi imaginación, vacié la ceniza del vaso de cristal de culo gordo y me serví un Jack Daniel´s doble. Me lo había ganado a pulso.
            Aun no había terminado la copa cuando oí la puerta abrirse a mi espalda. Apenas tuve tiempo de girarme. También oí un disparo seco, ¡Bang!, como de “cacharra” de poco calibre.
            Mientras me desplomaba en el suelo e iba perdiendo el sentido, me dio tiempo a pensar una sola frase.
¡Cojonudo, Drake! Ya estamos otra vez en algún fregado… Comienza el juego.

36.- El Necronomicon

Necronomicon. Nox Arcana. Obra de un árabe majara con síndrome de Diógenes, llamado Abdul Alhazred

Dijo un buen amigo sobre mí, y tiene más razón que un santo, que a tenor de mi afición por conservar todo tipo de documentos antiguos, o bien tenía el síndrome de Diógenes o bien tenía una frustrada vocación de conservador de museo. Es curioso observar como todas las jilipolleces que se inventan los psiquiatras, aunque no tengan ninguna base científica o ni tan siquiera estén mínimamente documentadas, arraigan en el acervo cultural de la Sociedad.

Digo esto por que don Diógenes de Sínope, alias "el cínico", no legó a la posteridad ni un solo escrito, y aunque vivió como un vagabundo durante toda su existencia buscando (según sus propias palabras) un hombre honesto, sus únicas pertenencias eran una manta, un zurrón, un báculo y un cuenco. Y ni eso, porque un día vio que un niño bebía el agua que recogía con sus manos y tiró el cuenco a la basura. O sea, justo todo lo contrario de lo que nuestros queridos psiquiatras pretenden definir en su enunciado. Y además tiró el cuenco en su correcto contenedor de reciclaje de desperdicios del Excelentísimo Ayuntamiento de Atenas. Y no, no encontró jamás un hombre honesto. Y si, el niño recogió el cuenco que había tirado Diógenes y se lo llevó a su casa, donde almacenaba toneladas de basura, entre las que había varios cuerpos en descomposición de afamados psiquiatras.

Toda esta absurda y pretenciosa lección de historia de la filosofía clásica viene a colación de mi copiosa colección de legajos ancestrales, que no solo abarca la injustamente denostada década de los ochenta del siglo XX, sino que también cuenta con incunables del 783 después de Cristo.

Las páginas que a continuación salen a la luz fueron rescatadas del número 1 de "El Jarabe Pulmonar vía oral", que a su vez fueron rescatadas por don José María Nebreda en un pueblecito de Burgos, y que a su vez fueron rescatadas de la mente enferma de H.P. Lovecraft. Efectivamente, nos referimos al más famoso grimorio de la ficción fantástica: El Necronomicon.

Disfrutad de su lectura, si es que podéis descifrarlo.

Rafael Martínez Sainero, Pirata 2012



miércoles, 13 de junio de 2012

34.- Tuz peorez PEZadillaz

Ilustración © Tyler Davis, 2010

Quien no conozca los dispensadores de caramelos Pez, icono de la cultura chuchera del siglo XX, bien se merece una colleja en el pezcuezo.  Estos utensilios, quizá inspirados en los cargadores de balas de las armas automáticas, se inventaron en 1948 con la sana intención de que los fumadores empedernidos llevaran encima un sustituto del mechero que les ofreciera un dulce y les hiciera olvidar el cigarrillo por un rato. 

Su uso se extendió más tarde al público infantil y fue tal su éxito que ha durado hasta nuestros días. Actualmente se celebran exposiciones con auténticas piezas de coleccionista, e incluso cuenta la leyenda que EBay se creó para poner en contacto a empedernidos buscadores de estos juguetes. 

Chica Pez en un cartel de los años 50 y dispensadores variopintos.


Cuando pensamos en estos artilugios nos vienen a la cabeza precisamente eso: sus cabezas; divertidos bustos que reproducen dulces personajes de dibujo animado. Pero... hay otros seres  realmente terribles, espantosos, horripilantes, espeluznantes, extraídos directamente de nuestras peores pesadillas, que se han colado en el universo Pez, y no precisamente por su cara bonita. ¡Cabezas monstruosas ofreciéndote caramelos! ¿No da cierto repelús llevarte uno a la boca? ¿Y si son ponzoñosas cápsulas de veneno que adelanten tu cita con la muette?



Si desean conocer los "Pez" más monstruosos jamás creados, sigan adelante... y piensen si realmente es apetecible acercar la boca a uno de estos engendros infernales y tomar un caramelo surgido de sus entrañas, sin sentir un estremecimiento en el estómago. EmPEZamos:



El terror más clásico: el conde Drácula, con cara de cachondeo, y el monstruo de Frankenstein,
que parece haberse quedado "sobao" en la caja.



Si en la noche de Halloween se reparten caramelos,
¿quién mejor que estos fantasmales personajes para hacerlo?



Unos zombis chupiguays de la muerte.
¿Qué mente enferma es capaz de zamparse un caramelo salido de "eso"?
(Bueno, el de la derecha, al menos, tiene cara de buen chaval...).



La Criatura del Pantano, otro monstruo clásico.
A éste lo de ser Pez le viene que ni pintado.





Sabores alienígenas: el entrañable ET (felices 30 años, por cierto), 









los bichejos de Monsters vs Aliens y una mosca chupadora de otra galaxia.



Y hablando de aliens, caramelos de ácido corrosivo cortesía del octavo pasajero.



También llegados de galaxias muy, muy lejanas, los monstruos, cyborgs y androides de Star Wars,
con Darth Vader a la cabeza (je je... ¿lo pillas?, cabeza, qué bueno...!)



Monstruos en sentido literal: Mike y Sully (no te sorprendas si te encuentras un pelo
en los caramelos) de la genial peli Monstruos SA y El monstruo de las galletas,
Triqui para los amigos. A la derecha, más bestia que monstruo y más divertido
que temible, vistiendo pantalón marrón... Taz, el Diablo de Tasmania.



Del mundo de los superhéroes no podía faltar el otro
Monstruo de las Galletas, Hulk, y sus compañeros en los Vengadores.



El Lagarto, monstruoso enemigo de otro conocido superhéroe Marvel, Spiderman.
Este dispensador Pez protagonizó la anécdota de la última producción cinematográfica del hombre araña
(The Amazing Spiderman. 2012), al aparecer en internet cuando aún se especulaba sobre quién sería
el malo de la peli en esta nueva entrega, desvelando de un plumazo la respuesta.
Con respecto a la foto del dispensador de Spiderman de la derecha, bueno... sin comentarios, no seamos guarros.



Más monstruos reptilianos: el tyranosaurio Rex, de la obra maestra de Pixar Toy Story,
y las Tortugas Ninja, también maestros, pero de las artes marciales.



Del mundo de la fantasía nos llegan Gollum, que nunca le hace ascos a un buen pez,
el agridulce ogro Shrek y un troll tuerto de cabeza roja no identificado, pero mazo feo




Los monstruos del rock y el merchandising, Kiss, no podían faltar en el universo Pez.



El Príncipe William y Kate Middleton, tan monstruosos ellos.
Con éstos caramelos nos ha realmente espeluznado...



Y para terminar, dos de mi invención: el Fangtooth Ogrefish, el Pez más monstruoso,
y el Pez Onziyo, que no da miedo pero da igual... el caso es que salgan tetas!